¿Alguien más lee en el gimnasio?
Puede sonar a locura, es más, a mí cuando me aconsejaron llevarme mi Kindle al gimnasio pensé que no iba a ser posible y que iba a ser una pérdida de tiempo, pero no. Hoy os cuento mi experiencia leyendo en el gimnasio.
El lunes 4 decidí apuntarme al gimnasio ya que necesito ponerme en forma debido a que mi trabajo en marketing digital pues es muy sedentario. El caso es que uno de mis mayores problemas al hacer ejercicio es que me aburro. Se me pasa el tiempo suuuper lento y claro, acabo por dejarlo.
En este caso, antes de comenzar, me dijeron que si me llevaba el Kindle podía leer. Yo no me imaginaba cómo pero ahora os lo explico.
La clave está en la cinta.
Cada día me hago unos 35 a 40 minutos de cinta en los que, gracias a una pequeña superficie que tiene, puede apoyar el Kindle e ir leyendo sin problemas. Y claro, hablo de Kindle y no de libro físico porque el libro físico es más complicado de apoyar y mantener abierto sne star sujetándolo.
Os lo muestro mejor con una fotografía.
Ha resultado ser algo fantástico porque:
- Consigo entretenerme e incluso se me pasa el tiempo volando si me meto de verdad en la historia
- Avanzo mucho con las lecturas, que últimamente apenas tenía tiempo para leer, y así combino dos actividades que me eran necesarias, el ejercicio con la lectura.
Por el momento me funciona ya que yo no corro, simplemente voy andando a un buen ritmo. No sé si más adelante podré seguir disfrutando de mis lecturas en el gimnasio pero por el momento estoy encantada.
