
¡Por fin voy a estrenar esta sección! Llevaba tiempo queriendo hacerlo, desde que Ro me comentó la idea, pero aún no me decidía y hoy ha llegado el día.
A raíz de la lectura conjunta de Ugly Love, de Colleen Hoover, que organizaron en Within Books me he dado cuenta de que no soporto a ciertos protagonistas masculinos. Me explico; es el típico tío que está muy bueno, que no quiere una relación seria, sólo sexo, porque en el pasado le ha ocurrido algo muy chungo y ya no cree, o no quiere creer, en el amor.
Pues bien, no soporto a estos tíos porque al final siempre acaban en un punto de indecisión que vuelve loca a la chica que esté con él. Es el típico "una de cal y otra de arena", sólo quiero sexo contigo, pero vente conmigo a cenar o a ver la puesta de sol cogidos de la mano.
Lo primero es que me da rabia que las mujeres siempre seamos tan tontas de caer con ese tipo de cosas, porque desde el momento en el que aceptamos eso tenemos la esperanza de que con el tiempo cambiará y se enamorará de nosotras, y no siempre ocurre.
Lo siguiente por lo que no puedo con ellos es porque nunca me creo sus motivos, es decir, puede que te hayan hecho mucho daño, o que lo hayas pasado fatal, pero ¿en serio es suficiente para que te obligues a no querer a alguien? Lo siento, pero no lo compro.
Ejemplos como este hay millones en la literatura y siempre acaban todos igual.
Otra de las cosas que me parece fatal con respecto a estos tíos es que en los libros siempre nos los pintan como perfectos, son ricos, son súper inteligentes, o son los más habilidosos del mundo y, por supuesto, son unos putos amos en la cama. Pues no, señores, no.
Yo no veo nada de perfecto en un tío que está mareando a una pobre chica, usándola para tener sexo, luego pegándole la patada y al día siguiente llevándola a pasear por la playa. ¿Tan difícil es centrarte en una cosa o en la otra? ¿Necesitas dar esperanzas a una pobre chica que sabes de sobra que se va a enamorar de ti porque eres un Adonis que hace todo bien?
Además, luego de repente este tipo de tíos cambian de la noche a la mañana y deciden que sí, que quieren a la chica, que han sido unos tontos, y todos felices la vida.
En fin, odio a estos tíos y odio a las autoras que nos los quieren vender como los hombres perfectos.